Ropavejeros, mataderos y tenerías del siglo XV y XVI

El Barrio del Rastro*, que no se conocía con este nombre hasta el final del siglo XV y principios del XVI, ya tenía la gran actividad comercial de los “ropavejeros”, vendedores de ropa vieja y usada, afincados desde el siglo XIV en la Calle de los Estudios y en torno a una manzana triangular de casas al pie de esta calle. Esta manzana ocupaba la parte alta de la actual Plaza de Cascorro y fue conocida más tarde por el nombre del “tapón del Rastro” que será derruido a principios del siglo XX (Documentos y Planos antiguos).

A finales del siglo XV empezaron a instalarse en esta zona los mataderos y las tenerías con los curtidores de pieles.

Conviene saber que el Rastro pertenecía a los Barrios bajos, no tanto por su sociedad de bajo nivel económico sino porque, desde la Villa, su pendiente hacia el río Manzanares era y sigue siendo muy pronunciada.

El primer matadero municipal de Madrid fue abierto aproximadamente en 1497 en el barrio. El espacio ocupado es difícil de determinar.

No se dispone de ningún plano que corresponda a estas fechas. El único documento que nos puede ayudar a situarlo es el manuscrito Mss. 5.918 de la Biblioteca Nacional Libro de los nombres y calles de Madrid sobre que se paga yncomodas y tercias partes (Documentos y Planos antiguos)

Este documento nombra la Plaza del Matadero Viejo entonces desaparecido. Este había ocupado el inmueble 31 de la manzana 72 de la misma plaza cerca de la esquina de la Calle de los Embajadores a la altura de la Calle de las Maldonadas. Es la parte alta de la actual Plaza de Cascorro (Documentos y Planos antiguos).

Este primer matadero tuvo que ser reparado tres veces en poco tiempo por su mala construcción. A su lado, las tenerías y los curtidores de pieles aprovechaban el agua de los numerosos arroyos que fluían cuesta abajo hacia el río Manzanares. El arroyo más importante de la zona bajaba por el barranco donde hoy se encuentra la Ribera de Curtidores, anteriormente llamada Las Tenerías.

Beatriz Galindo, camarera mayor de la Reina Isabel La Católica e institutriz de sus hijos, al quedarse viuda, hizo construir en 1507 el hospital de la Latina y, probablemente, fue ella quien consiguió desplazar el matadero municipal poco después, como ya lo había hecho con el de la laguna de Puerta Cerrada por provisión real.

No hay constancia de la desaparición de las tenerías que habían recibido orden de establecerse en las afueras de la Villa el 19 de septiembre de 1496.

Un segundo matadero, el del Cerrillo, sustituyó al Matadero Viejo en fechas tempranas.

A pesar de que los historiadores afirman que fue construido en 1650, nos parece posible que entrase en actividad mucho antes de esta fecha, apoyándonos en documentos tales como el manuscrito Mss. 5.918 y el Plano de De Wit que también son anteriores y comparándolos con el Plano de Texeira de 1656 (Documentos y Planos antiguos).

Bajando desde la Plaza del Matadero Viejo se llegaba a la Plazuela del Rastro, parte más ancha de la actual Plaza de Cascorro. A la derecha de la Ribera de Curtidores (Las Tenerías) había un terreno que dominaba el barranco del arroyo y formaba un cerrillo. Allí estaba la Fuente del Rastro señalada en el Plano de Texeira de 1656. El matadero anotado “matadero abajo” por el Manuscrito Mss. 5.918 se abrió en el cerrillo y, según la costumbre de la época, fue llamado el Rastro * (Documentos y Planos antiguos).

En el lugar del cerrillo, hoy están la Plaza del General Vara del Rey, la Antigua Tenencia de Alcaldía de la Arganzuela convertida recientemente en Escuela Mayor de Danza y una urbanización que separa la Ribera de Curtidores y la Calle de Carlos Arniches.

En el plano más antiguo de Madrid llamado de De Wit de hacia 1635, y recientemente reconocido anterior (1623), vemos el Cerrillo del Rastro señalado por la palabra el Rastra (sic) con una construcción rectangular en dos partes y una caseta que se parecen casi exactamente a lo que el futuro y famoso Plano de Texeira de 1656 describe como Rastro y Carnicería Mayor (30 y 30) (Documentos y Planos antiguos)

Por esta razón, nos parece muy probable que el segundo matadero existiese en el cerrillo para sustituir al Viejo en el siglo XVI y principios del siglos XVII. Sería bastante rudimentario y, por esta razón, reconstruido en 1650 en el mismo lugar.

Hay un tercer matadero tanto en el Plano de De Wit como en el Mss. 5.918 y más tarde en el Plano de Texeira. Está situado en la parte baja de la Calle de Toledo (San Lorenzo de Gallera). Este matadero, también muy antiguo, pertenecía a la Villa. Estuvo constantemente reformado y más o menos desplazado en las cercanías de la futura Puerta de Toledo (Documentos y Planos antiguos).

Así que desde hace 500 años, hubo tres mataderos cerca de la Ribera de Curtidores con venta de carne al por mayor.

 

* Origen de la palabra Rastro

La palabra Rastro, con toda probabilidad, se refiere al hecho de que las reses dejaban un rastro de sangre después de ser degolladas y vendidas al por mayor. Lo confirman muchos autores como Cervantes y Covarrubias. Tanto Mesonero Romanos en El Antiguo Madrid como Hilario Peñasco y Carlos Cambronero en su libro Las calles de Madrid, sin negar el sentido tradicional de la palabra, señalan que este termino también significaba “las afueras” donde alcanzaba la jurisdicción de los alcaldes de la corte.
Sin embargo, sigue vigente en la tradición popular que el Rastro debe su nombre al viejo matadero y a la marca de sangre de las reses. De hecho, Cervantes se alojó un tiempo en Valladolid en la Calle del Rastro de los Carneros situada al lado de un matadero y así llamada por la misma razón. Actualmente, es imposible saber cual de los mataderos dio origen a la palabra Rastro porque, como vemos, era costumbre emplearla para los lugares de matanza de ganado. No importa demasiado. La Plazuela del Rastro, y el matadero del Cerrillo simplemente guardaron el nombre. Y el barrio y su mercado lo recibieron en herencia.

Ropavejeros, mataderos y tenerías fueron el principio de la gran actividad comercial del Rastro.